Los pies: el mapa de nuestro cuerpo (I)

Los pies: el mapa de nuestro cuerpo (I)

Todas nuestras terminaciones físicas se congregan en esta importante y

olvidada parte de nuestra humanidad

 Se suele prestar muy poca importancia a los pies, son los grandes olvidados de nuestro cuerpo ; sin embargo, ahí van a parar muchas terminaciones nerviosas.  La planta del pie y el pie en su conjunto representa en forma esquemática la totalidad del cuerpo y sus órganos.  Este es el principio de la reflexología podal.  Con ella, mediante el masaje, se puede influir a modo reflejo sobre los correspondientes órganos y vísceras, aparte de la importancia diagnóstica que tiene.

En la historia de la Reflexología Podal se encuentra que en sociedades antiguas (hace más de 4000 años) como en Japón y Egipto, se usaban formas de masajes en los pies para sanar; estos eran aplicados como una verdadera disciplina, en lo que en ese entonces era la ciencia médica.  Los indios americanos también han usando métodos similares durante siglos transmitiéndolo a través de generaciones.  Pero fué a partir del siglo XIX que en occidente se desarrolló ésta técnica.

     Los buenos resultados de la reflexología podal y la escasez de efectos secundarios hacen que hoy en día sea aplicada con más frecuencia por profesionales  de las Terapias Naturales como: Naturópatas, Quiromasajistas, Osteópatas y Fisioterapeutas, quienes lo consideran como una terapia complementaria a su tratamiento, que en ningún momento lo sustituye sino que lo complementa, influyendo positivamente en los desórdenes de órganos y funciones corporales que presentan los pacientes.

    Unas manos expertas detectan enseguida el mal funcionamiento de un órgano, incluso antes que el paciente lo sospeche.  Si al presionar en las zonas reflejas de la planta del pie se experimenta dolor, significa que algo anda mal en el órgano correspondiente.  Por eso la reflexología podal actúa como un excelente sistema preventivo de enfermedades, además de ser un inmejorable relajante, ya que equilibra la energía del cuerpo.

      Para qué está indicada:

    Mejora la circulación sanguínea y las funciones de los órganos de excreción del organismo.  Ayuda a liberar los bloqueos energéticos estancados en algún órgano y a deshacer los residuos acumulados en las zonas bloqueadas.  Favorece el equilibrio de las funciones orgánicas y glandulares.  Proporciona relajación física y mental indispensable para el equilibrio en general.  Ayuda a prevenir enfermedades.

     Contraindicaciones:

     En caso de fiebres infecciosas.  En trombosis venosas agudas.  Infecciones linfáticas agudas.  En caso de hongos en los pies.  En la enfermedad de Sudeck en el pie (atrofia ósea aguda).  En embarazos con riesgo de aborto.  En osteoporosis resultante de tumores y cuando es necesaria la cirugía.

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