La aromaterapia (del griego aroma, 'aroma' y therapeia, 'atención',
'curación') es una rama particular de la herbolaria, que utiliza aceites
vegetales concentrados llamados aceites esenciales para mejorar la
salud física. A diferencia de las plantas utilizadas en herbolaria, los
aceites
esenciales no se ingieren sino que se inhalan o aplican en la piel.
Tipos de aromaterapia
Lo primero, la Aromaterapia no ha de utilizarse como una técnica para
combatir cualquier problema grave de salud, sino que ha de hacerse de
ella un uso complementario para conseguir la relajación del cuerpo.
Existen tres maneras muy diferentes pero comunes de disfrutar de la
Aromaterapia. Una de ellas es mediante masajes, la otra a través del
olfato y por último mediante la aplicación de aceites en la llamada
cosmética.
Una de las mejores formas de disfrutar de la Aromaterapia es mediante un buen masaje. Y para que la
sensación de relax sea mayor, se aplican en la piel una serie de
aceites. El uso directo de aceites sobre la piel ayuda a terminar con
las bacterias aumentando nuestra resistencia a enfermedades y mejorando
el sistema inmunológico. Se sabe que los masajes tienen muy buenos
resultados ya que ayudan a relajar y rejuvenecer, reducir la depresión,
calmar los nervios y bajar la tensión.
Pero los masajes no son la única técnica para disfrutar de la
Aromaterapia, hay gente que por muy raro que parezca no le gustan. Pues
para ellos, también se puede experimentar a través del sistema olfativo.
El inhalar ciertos aceites causa en nuestro cuerpo una reacción que
libera ciertos químicos que nos producen un gran sentimiento de
relajación, aparte de aliviarnos el estrés.
Por último, existe la aromaterapia de uso cosmético, gracias a la que se
aplican estos aceites con propiedades relajantes y curativas en
productos de belleza. El uso de estos productos ayuda a tener una piel
más sana. Un ejemplo pueden ser las sales de baño, ya que dependiendo
del aroma utilizado cada persona experimentará unos beneficios
emocionales y psicológicos diferentes.
Virtudes de los aceites esenciales
Los
beneficios de los aceites esenciales vegetales están demostrados desde
hace más de seis mil años, tanto por sus propiedades tranquilizantes,
purificantes, protectoras y estimulantes, como por su agradable olor.
Los
aceites esenciales tienen un amplio campo de acción. Curan migrañas,
contracturas musculares, el insomnio y ayudan a bajar de peso. También
retrasan el envejecimiento natural de la piel y permiten tratar algunos
problemas cutáneos y capilares. Psicologicamente mejoran la creatividad,
la concentración y son buenos aliados para combatir la depresión.
Por último, también influyen en nuestras emociones: algunos aceites calman y tranquilizan mientras que otros dan energía.
Precauciones con los aceites esenciales
Los
aceites esenciales se utilizan en el baño y sirven para hidratar la
piel o perfurmar el ambiente. Sus principios activos a base de plantas
están muy concentrados y son poderosos. Se calcula que una gota de
aceite esencial corresponde a 500gr aproximadamente de planta fresca.
Así pues, es conveniente emplearlos con moderación. Sólo se utilizan
puros para aromatizar ambientes; para masajes, en cambio, deben diluirse
en aceite vegetal de almendras dulces, aguacate, oliva o germen de
trigo.
- Nunca aplique aceites esenciales no diluidos directamente sobre la piel o las mucosas.
- Evite los aceites si está embarazada.
- No los utilice en niños sin asesoría médica.